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ACUERDOS PARCIALES
1. Acción constructiva
Nos gusta entender la arquitectura como una acción constructiva y no como imagen o representación. Nos inclinamos por una concepción donde la arquitectura es una técnica que construye mundo, que abre tiempo y espacio, que permite la transformación, y nos apartamos de esa concepción en la que el arte es entendido como representación de un mundo que ya ha sido construido, es decir, el arte como estructura figurativa enlazada con la apariencia y la ilusión, como un falseamiento del mundo.
2. Reflexión sobre la vida
Nos sentimos muy cercanos al papel que ha jugado el arte en el siglo XX, y quisiéramos insertar nuestra disciplina en dicho campo: esto quiere decir que preferimos la arquitectura que tiene como proyecto efectuar unas reflexiones diversas sobre la vida, a la arquitectura que tiene como proyecto dar validez a las grandes instituciones del poder.
3. Pregunta incómoda
Nos gusta entender la arquitectura como un mecanismo que permite formular preguntas incómodas sobre la condición política y social del mundo:
¿El sistema capitalista es una máquina armada para legitimar el poder?
¿Este sistema propone una relación abstracta con los objetos y el mundo?
¿Sus mecanismos están basados principalmente en la expansión y explotación?
¿Deben oponerse el trabajo intelectual al trabajo manual?
¿En nuestra vinculación con el mundo preferimos las experiencias concretas, o la representación de ellas?
¿Cuáles son las relaciones entre democracia y capital?
4. Comportamiento afectivo
Nos atrae el entendimiento de la arquitectura como un hecho estético, es decir, como un hecho del comportamiento afectivo.
5. Actividad simultánea
Pensamos que la arquitectura es una disciplina en la que hacer y pensar son dos nombres para una misma actividad simultánea: Pensar mediante la acción y actuar mediante la reflexión.
Entendemos la reflexión como una caja de herramientas que expulsa instrucciones, y la acción como una bolsa de intenciones que produce pensamientos concretos: haz esto y no lo otro, hazlo de este modo y no del otro, utiliza este material, organízalo así, etc...
Nos gusta pensar que puede llevarse a cabo una práctica reflexionada de la arquitectura, y una reflexión practicada de ella misma. Para el arquitecto preferimos el papel de pensadores y constructores del mundo material, sobre el papel de reproductores técnicos.
6. Amplificación
Nos insertamos en una consideración de la arquitectura como amplificación de situaciones concretas del mundo. Entendiendo “amplificación” como técnica o acción de lo simultáneo, como despliegue constructivo. Entendiendo “situación” como relación afectiva y entendiendo “concreto” como lo no abstracto o representativo: como experiencia.
7. Reunión, acontecimiento y relación.
Pensamos que las ideas referidas al lugar, a las situaciones y a los ecosistemas están emparentadas: la posibilidad de reunión, el interés por el acontecimiento, la vida concreta y la necesidad de encontrar relaciones viables con el medio ambiente, respectivamente, permiten construir una posición urgente y distante de la abstracción y la simulación.
8. Densidad
Nos gusta la arquitectura que no hace tabula rasa, porque creemos que cualquier lugar, momento u objeto de atención, están llenos de información, de datos, de sucesos, del material del proyecto.
9. Instante
Creemos que el tiempo útil para la arquitectura es el tiempo del instante, el del todo aquí y ahora, cargado y concreto.
10. Conglomerado
Nos inclinamos a que cada proyecto exija un modo de actuación particular: una geometría, unos materiales, unas reflexiones, y unas palabras. A ese conglomerado es al que llamamos ideas: a la definición de un mundo propio, en el que incluso, algunas contradicciones son bienvenidas.
11. Dato concreto
Actuamos con empatía por los hechos medibles, perceptibles y registrables, que arrojan datos concretos dirigidos a la construcción del proyecto, a su definición y explicación. Creemos que la inspiración no es más que un mecanismo de ocultamiento de las intenciones, o la falta de ellas.
12. Material heterogéneo
Pensamos que los materiales para construir arquitectura son diversos y heterogéneos: corrientes leves de aire, autos veloces y sonoros, cambios climáticos lentos, anécdotas efímeras, vidrios frágiles, flujo liviano de electrones, piedras duraderas, etc…
13. Corriente de aire
Creemos que el entendimiento del espacio como una entidad abstracta es muy limitado. Nos interesa el espacio como un hecho concreto y material, con temperatura variable, peso, tiempo, movimiento: el espacio como corriente aire. Debido a esto nos sentimos más atraídos por una reflexión sobre lo tectónico que por una reflexión sobre el vacío.
14. Configuración de materia y energía
Nos gusta pensar que no hay diferencia entre lo natural y lo artificial. Para el hombre no hay más que naturalezas humanas, organizaciones diferenciadas de materia y energía. Por eso creemos que para hacer proyectos de arquitectura es vital estudiar otras configuraciones materiales, especialmente las del mundo de lo vivo, porque en ellas pueden confluir estrategias flexibles, adaptables, abiertas e inteligentes. Nos gusta pensar que la arquitectura hace parte de un tercer reino: el de los seres inertes animados, y que ella permite abrir la pregunta sobre los límites de lo vivo.
15. Vida
Sentimos que no se es arquitecto cuando se construye sino cuando se vive como tal: llevando a cabo reflexiones y acciones en el mundo material, y afectivo.
16. Riesgo
Nos gusta pensar las fallas, desastres y carencias como situaciones activas del trabajo, y por ello creemos que las condiciones normales de un proyecto son la inseguridad y el riesgo.
17. Necesidad
Estamos de acuerdo en que la arquitectura puede ser un dispositivo útil en la definición de acuerdos sociales y naturales pendientes o en proceso. Preferimos la arquitectura necesaria, sobre la suntuaria. Y entendemos este punto de vista como un posicionamiento frente a la disciplina.
18. Proceso
Creemos que se puede aprender arquitectura mirando otros proyectos, pero con ojos particulares: deben ser estudiados como procesos y no como formas estáticas. La primera actitud permite tomar posición y la segunda puede validar lo que no se entiende. Sentimos que arquitecturas corrientes, y fenómenos aleatorios e intempestivos son una buena fuente de material arquitectónico.
19. Proyecto mestizo
Entendemos la arquitectura como confluencia de diversas fuerzas naturales, temporales, materiales y sociales. Creemos que el hecho de que un proyecto actúe como un dispositivo mestizo, le permite vincularse al mundo con mayor grado de cercanía y adaptación.
20. Acuerdo momentáneo
Nos gusta pensar el proyecto de arquitectura como una opción abierta o un acuerdo momentáneo.
1. Acción constructiva
Nos gusta entender la arquitectura como una acción constructiva y no como imagen o representación. Nos inclinamos por una concepción donde la arquitectura es una técnica que construye mundo, que abre tiempo y espacio, que permite la transformación, y nos apartamos de esa concepción en la que el arte es entendido como representación de un mundo que ya ha sido construido, es decir, el arte como estructura figurativa enlazada con la apariencia y la ilusión, como un falseamiento del mundo.
2. Reflexión sobre la vida
Nos sentimos muy cercanos al papel que ha jugado el arte en el siglo XX, y quisiéramos insertar nuestra disciplina en dicho campo: esto quiere decir que preferimos la arquitectura que tiene como proyecto efectuar unas reflexiones diversas sobre la vida, a la arquitectura que tiene como proyecto dar validez a las grandes instituciones del poder.
3. Pregunta incómoda
Nos gusta entender la arquitectura como un mecanismo que permite formular preguntas incómodas sobre la condición política y social del mundo:
¿El sistema capitalista es una máquina armada para legitimar el poder?
¿Este sistema propone una relación abstracta con los objetos y el mundo?
¿Sus mecanismos están basados principalmente en la expansión y explotación?
¿Deben oponerse el trabajo intelectual al trabajo manual?
¿En nuestra vinculación con el mundo preferimos las experiencias concretas, o la representación de ellas?
¿Cuáles son las relaciones entre democracia y capital?
4. Comportamiento afectivo
Nos atrae el entendimiento de la arquitectura como un hecho estético, es decir, como un hecho del comportamiento afectivo.
5. Actividad simultánea
Pensamos que la arquitectura es una disciplina en la que hacer y pensar son dos nombres para una misma actividad simultánea: Pensar mediante la acción y actuar mediante la reflexión.
Entendemos la reflexión como una caja de herramientas que expulsa instrucciones, y la acción como una bolsa de intenciones que produce pensamientos concretos: haz esto y no lo otro, hazlo de este modo y no del otro, utiliza este material, organízalo así, etc...
Nos gusta pensar que puede llevarse a cabo una práctica reflexionada de la arquitectura, y una reflexión practicada de ella misma. Para el arquitecto preferimos el papel de pensadores y constructores del mundo material, sobre el papel de reproductores técnicos.
6. Amplificación
Nos insertamos en una consideración de la arquitectura como amplificación de situaciones concretas del mundo. Entendiendo “amplificación” como técnica o acción de lo simultáneo, como despliegue constructivo. Entendiendo “situación” como relación afectiva y entendiendo “concreto” como lo no abstracto o representativo: como experiencia.
7. Reunión, acontecimiento y relación.
Pensamos que las ideas referidas al lugar, a las situaciones y a los ecosistemas están emparentadas: la posibilidad de reunión, el interés por el acontecimiento, la vida concreta y la necesidad de encontrar relaciones viables con el medio ambiente, respectivamente, permiten construir una posición urgente y distante de la abstracción y la simulación.
8. Densidad
Nos gusta la arquitectura que no hace tabula rasa, porque creemos que cualquier lugar, momento u objeto de atención, están llenos de información, de datos, de sucesos, del material del proyecto.
9. Instante
Creemos que el tiempo útil para la arquitectura es el tiempo del instante, el del todo aquí y ahora, cargado y concreto.
10. Conglomerado
Nos inclinamos a que cada proyecto exija un modo de actuación particular: una geometría, unos materiales, unas reflexiones, y unas palabras. A ese conglomerado es al que llamamos ideas: a la definición de un mundo propio, en el que incluso, algunas contradicciones son bienvenidas.
11. Dato concreto
Actuamos con empatía por los hechos medibles, perceptibles y registrables, que arrojan datos concretos dirigidos a la construcción del proyecto, a su definición y explicación. Creemos que la inspiración no es más que un mecanismo de ocultamiento de las intenciones, o la falta de ellas.
12. Material heterogéneo
Pensamos que los materiales para construir arquitectura son diversos y heterogéneos: corrientes leves de aire, autos veloces y sonoros, cambios climáticos lentos, anécdotas efímeras, vidrios frágiles, flujo liviano de electrones, piedras duraderas, etc…
13. Corriente de aire
Creemos que el entendimiento del espacio como una entidad abstracta es muy limitado. Nos interesa el espacio como un hecho concreto y material, con temperatura variable, peso, tiempo, movimiento: el espacio como corriente aire. Debido a esto nos sentimos más atraídos por una reflexión sobre lo tectónico que por una reflexión sobre el vacío.
14. Configuración de materia y energía
Nos gusta pensar que no hay diferencia entre lo natural y lo artificial. Para el hombre no hay más que naturalezas humanas, organizaciones diferenciadas de materia y energía. Por eso creemos que para hacer proyectos de arquitectura es vital estudiar otras configuraciones materiales, especialmente las del mundo de lo vivo, porque en ellas pueden confluir estrategias flexibles, adaptables, abiertas e inteligentes. Nos gusta pensar que la arquitectura hace parte de un tercer reino: el de los seres inertes animados, y que ella permite abrir la pregunta sobre los límites de lo vivo.
15. Vida
Sentimos que no se es arquitecto cuando se construye sino cuando se vive como tal: llevando a cabo reflexiones y acciones en el mundo material, y afectivo.
16. Riesgo
Nos gusta pensar las fallas, desastres y carencias como situaciones activas del trabajo, y por ello creemos que las condiciones normales de un proyecto son la inseguridad y el riesgo.
17. Necesidad
Estamos de acuerdo en que la arquitectura puede ser un dispositivo útil en la definición de acuerdos sociales y naturales pendientes o en proceso. Preferimos la arquitectura necesaria, sobre la suntuaria. Y entendemos este punto de vista como un posicionamiento frente a la disciplina.
18. Proceso
Creemos que se puede aprender arquitectura mirando otros proyectos, pero con ojos particulares: deben ser estudiados como procesos y no como formas estáticas. La primera actitud permite tomar posición y la segunda puede validar lo que no se entiende. Sentimos que arquitecturas corrientes, y fenómenos aleatorios e intempestivos son una buena fuente de material arquitectónico.
19. Proyecto mestizo
Entendemos la arquitectura como confluencia de diversas fuerzas naturales, temporales, materiales y sociales. Creemos que el hecho de que un proyecto actúe como un dispositivo mestizo, le permite vincularse al mundo con mayor grado de cercanía y adaptación.
20. Acuerdo momentáneo
Nos gusta pensar el proyecto de arquitectura como una opción abierta o un acuerdo momentáneo.
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